De las bajadas de tipos que quiere Silicon Valley a Kabul, que puede ser la primera capital sin agua ya que su precio roza el del alquiler
"A los comerciantes e industriales, sus propios sofismas les convencen fácilmente de que favorecer el interés privado de una parte de la sociedad actúa en beneficio de toda la sociedad". La veracidad de esa frase -que no es de Marx o Keynes, sino de Adam Smith- ha sido demostrada por el financiero de Silicon Valley David Sacks, que trabaja a tiempo parcial en el Gobierno de Donald Trump como criptozar (sin que en ello haya, por supuestísimo, ningún conflicto de interés). Sacks, que ya en octubre de 2022 dijo que el Estado no debe ayudar a nadie y en marzo de 2023 que el Estado tenía que garantizar todos los depósitos del Banco de Silicon Valley (también es casualidad) recordó el lunes que, si la inversión en Inteligencia Artificial cae, EEUU entrará en recesión, algo que "no podemos permitirnos". El mensaje apunta no a una intervención directa, sino a que la Reserva Federal, que se reúne el día 10, baje tipos, no para ayudar a EEUU sino, tan solo, a Silicon Valley.