¿Qué deberían hacer los inversores en deuda en distintos entornos?
para obtener una explicación de los términos utilizados en este artículo.
Los entornos de mercado inciertos suelen requerir un enfoque dinámico y flexible para capturar de manera óptima los flujos de renta que ofrecen. A lo largo del tiempo, y en distintos mercados, hemos ajustado activamente nuestra exposición flexible a la renta fija en función de la fase del ciclo económico en que nos encontramos.
Creemos que actualmente existen cuatro escenarios que los inversores en bonos deberían tener en cuenta. A este respecto, descubre cómo el equipo de renta fija de M&G responde a esta incertidumbre aprovechando plenamente las características «todoterreno» de las estrategias flexibles de inversión en deuda.
El valor de las inversiones fluctuará, lo cual provocará que el valor de las participaciones se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.
1) ¿Tipos a la baja? ¿Oportunidades al alza?
¿Qué significan las rebajas del precio del dinero?
Al comenzar a disminuir las presiones inflacionarias, las expectativas de recortes de los tipos de interés han aumentado. La cotización de los bonos suele subir cuando baja el precio del dinero, y esto nos lleva a pensar que la deuda se ha tornado más atractiva para los inversores que buscan una renta real consistente a medida que disminuyen las presiones de precios.
Así, ¿dónde debería estar posicionado?
Creemos que los bonos con una mayor sensibilidad a cambios en los tipos de interés pueden ser atractivos en un entorno de tipos a la baja. Una estrategia de renta fija completamente flexible en términos de posicionamiento debería permitirnos maximizar el valor que capturamos para nuestros inversores. Utilizando plenamente los recursos de nuestro equipo de análisis, ajustamos constantemente nuestras posiciones a lo largo de la curva de tipos. Esto puede suponer tener en cartera bonos soberanos de mayor vencimiento (más sensibles a movimientos del precio del dinero) en lugar de deuda pública a corto plazo.
Por otra parte, en un entorno de tipos de interés a la baja y menor inflación, pero unido a un deterioro de la actividad económica global, deberíamos cuidarnos de tener en cartera demasiados bonos corporativos. Creemos que muchos bonos en este segmento presentan cotizaciones excesivas, a la luz de la debilidad del trasfondo económico.
2) ¿Ralentización económica? Es hora de adoptar un enfoque activo
¿Cómo se comporta la renta fija cuando se frena el crecimiento?
Cuando la economía se ralentiza, el rumbo de los mercados de renta fija deja de estar claro. Además, otras incertidumbres en un amplio abanico de cuestiones (el calendario de recortes de tipos, los datos de inflación e incluso la geopolítica) pueden restar atractivo a ciertos tipos de bonos, mientras que otras áreas del universo de deuda pueden parecer interesantes.
No obstante, aquí podríamos ser de ayuda, tratando activamente de capturar oportunidades de precio gracias a nuestra flexibilidad para invertir en distintos mercados y regiones. Tampoco estamos obligados a invertir en un área determinada: nuestro mandato de inversión es muy flexible a este respecto.
Por desgracia, de producirse una recesión, una pequeña caída de los tipos de interés tendría probablemente un impacto positivo limitado sobre la economía. Esto haría necesaria una intervención más sustancial, lo cual podría provocar un descenso mayor de lo previsto de las rentabilidades al vencimiento (TIR) de la deuda; de esta manera, las cotizaciones de los bonos podrían subir más de lo esperado, con lo que consideramos que la clase de activos mantendría valor incluso en un escenario de recesión.
¿Existe valor en deuda corporativa?
Una economía débil no significa que vayamos a liquidar nuestras tenencias de crédito para posicionarnos en bonos soberanos más seguros hasta que mejoren las cosas. Podemos ser muy selectivos e identificar bonos corporativos que en opinión de nuestros analistas ofrecen un valor bueno o razonable. Puede tratarse de bonos emitidos por la misma empresa pero con características diferentes (por ejemplo con horizontes temporales distintos o denominados en distintas divisas). En igualdad del resto de condiciones, la debilidad de la economía nos llevará a optar por bonos de mayor calidad.
3) ¿El efectivo manda?
Creemos que no, por el siguiente motivo…
Cuando caen los tipos de interés disminuye asimismo la rentabilidad de las inversiones en liquidez, lo cual conduce a TIR más bajas y a menores niveles de generación de renta. Este potencial de ingresos más bajo es especialmente notable para quienes dependen de la renta de sus inversiones para cubrir gastos habituales o alcanzar objetivos financieros.
Con posiciones en efectivo, la renta generada en forma de intereses o dividendos podría no proporcionar el mismo nivel de soporte o crecimiento.
¿Una solución alternativa óptima?
La rentabilidad de la liquidez disminuye a medida que los bancos centrales recortan el precio del dinero, mientras que los bonos soberanos suelen compensar esta TIR decreciente a través de subidas de cotización, con lo que pueden llegar a aportar rentabilidades superiores. Aunque el efectivo tiene sus ventajas, es importante reconocer sus limitaciones, sobre todo durante periodos de tipos de interés a la baja. Evaluar el panorama financiero en su conjunto y explorar posibilidades de inversión alternativas, como por ejemplo las estrategias flexibles de renta fija, podría ayudar a asegurar la preservación y crecimiento de la renta para los inversores que prefieren activos líquidos.
4) ¿Volatilidad? ¿Cómo respondemos?
¿Puede ayudarnos la diversificación?
Con su dilatada experiencia gestionando carteras de deuda flexibles desde 2006, el equipo de renta fija de M&G ha vivido muchos entornos de mercado, coyunturas económicas y obstáculos de distinto tipo. Llevamos años argumentando que la naturaleza tan flexible de estas estrategias nos permite suavizar el trayecto de inversión para el cliente.
Sobre todo, hemos sido capaces de ajustarlas cuando vemos oportunidades, realizando por ejemplo una asignación cauta a bonos high yield más arriesgados cuando el panorama económico es precario. Al mismo tiempo, una mayor posición en deuda soberana puede actuar como un colchón frente a la volatilidad, ya que los precios de estas inversiones suelen subir cuando aumenta el nerviosismo en los mercados, como hace poco debido a la debilidad de los datos de empleo en Estados Unidos.
Por último, cuando el mercado se estabiliza y la economía global mejora, contamos con las herramientas para añadir inversiones más arriesgadas, como los bonos high yield o el crédito en general.
Con todo, han pasado casi dos décadas desde que lanzáramos nuestras primeras estrategias flexibles de renta fija. Creemos que haber contado con una gran flexibilidad durante este periodo (a nivel de duración, crédito y mercados globales) ha fomentado el logro de niveles consistentes de rentabilidad de inversión a largo plazo.
El valor de las inversiones fluctuará, lo cual provocará que el valor de las participaciones se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero.